Las personas Aster necesitan atención. Les gusta aferrarse a los demás para no estar solos. Pueden sufrir hipocondría (algo que hay que tomarse muy en serio, porque puede llevarles toda la vida). Se autocompadecen rápidamente. Desean mucho ser el centro de atención y suelen decir la palabra más alta. Esto se expresa mediante la "telefonitis". Siempre tienen el teléfono a mano para poder hablar siempre con alguien, sea quien sea. En la sala de espera del médico se suele reconocer a estas personas porque cuentan abiertamente su terrible estado, tanto si escuchan como si no. Los estudiantes de medicina también suelen sufrir este miedo (inconsciente) durante su formación. Sientes el florecimiento como un brazo de apoyo alrededor de tus hombros. Te anima, te cuida, te consuela y te alienta. Vuelves a tener la sensación de confianza básica. Por ejemplo, si estás en una relación en la que sientes que la mantienes porque no puedes estar solo, el Aster confiará en que puedes hacerlo por ti mismo. Ya no necesitas la atención que buscabas en los demás, positiva o negativa, consciente o inconsciente.
